En este documental, podemos ver el gran poder de Dios en la transformación de una comunidad. Se trata de Almolonga, Guatemala, una población como muchas en América Latina, donde reinaba la idolatría, la superstición y la oscuridad. Pero el Evangelio lo cambió todo, tocó los corazones y transformó las vidas de todos sus habitantes
Hoy Almolonga es diferente y disfruta de cárceles vacías, de una vida sin violencia y de prósperas y grandes cosechas que han llamado la atención de investigadores y políticos. Esta transformación es posible en cada una de nuestras ciudades y pueblos, una verdadera evangelización y cambio de cultura.
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Escribe un comentarioEs maravilloso que este lugar en su mayoria le de la gloria a Dios.