Año nuevo judío: La Fiesta de las Trompetas

Universo Cristiano. La Fiesta de las Trompetas era una festividad de año nuevo, observada el primer día del séptimo mes del año sagrado, el cual correspondía al primero del año civil, llamado Tishri. Anunciábase el principio del año con el sonido de la trompeta (Lev. 23:24), y observábase el día solemnemente, prohibiéndose en él toda clase de trabajo servil. Además de los sacrificios diarios y mensuales (Num. 28:11-15), ofrecíase en nombre de toda la nación un solemne holocausto de un novillo, un carnero, un cabrito y siete corderos nacidos el mismo año, con ofrendas de harina y vino según era costumbre cuando se ofrecían estos sacrificios en las ocasiones ordinarias.

Los sacrificios que de ordinario se hacían el novilunio, eran anunciados también con la trompeta, pero esos días no eran de descanso ni de culto especial. En la Fiesta de las Trompetas, además de la trompeta recta se hacía uso de la corneta. Dicha fiesta servía de preparación para el Día de la Expiación (Yom Kipur) --que era el décimo del mes de Tishri (Jo. 2:15)-- y en él se conmemoraba, según los rabinos, la obra acabada de la creacíón. Por eso, en concepto de ellos, "se regocijaban todos los hijos de Dios" (Job 38:7). El sonido de la bocina "prolongado y fuerte", indicaba el descendimiento de Jehová al Monte Sinaí (Ex. 19:16-19), y su palabra transmitida por medio de los profetas (Os. 8:1; Sof. 1:16; Ap. 1:10); y servirá para anunciar la Segunda Venida de Cristo (Mt. 24:31; I Co. 15:52; I Tes. 4:6).

Haciendo una analogía entre las Fiestas de Israel establecidas por Dios en la Biblia y el periodo de gestación de un bebé, tomando en cuenta la Pascua como el momento de la ovulación, La Fiesta de las Trompetas corresponde, en tiempo, al momento en que un embrión cobra la capacidad de oir sonidos del exterior del saco gestacional. Del mismo modo que en esta fiesta los padres se dedicaban a leer la Palabra de Dios a sus hijos, en el embarazo, los padres pueden comenzar, a partir del séptimo mes (contando a partir de la ovulación), a leerle a su bebé las verdades de las Escrituras. Es fascinante encontrar que esta fiesta, caracterizada por el sonido de las trompetas, tenga relación con la capacidad auditiva de un bebé antes de su nacimiento.