NICARAGUA: ¿Existe un `voto evangélico´?

por Universo Cristiano 01/11/2011 0 comentarios

Por Roberto Fonseca L. (NICARAGUA) La Conferencia Evangélica Pentecostés de las Asambleas de Dios, que representa el liderazgo de la denominación evangélica más importante y antigua del país, exhortó a las autoridades del Consejo Supremo Electoral (CSE) a garantizar la observación electoral nacional e internacional, la transparencia de los comicios del 6 de noviembre, evitar toda posibilidad de fraude y; frenar el uso de los bienes del Estado ya que esto es un delito.

El Superintendente Nacional de las Asambleas de Dios, Reverendo Saturnino Cerrato, brindó una entrevista exclusiva a Confidencial, en la que asegura que la población evangélica saldrá a votar masivamente, ya que ha ido adquiriendo conciencia sobre la importancia de participar activamente en el quehacer político.

Según resultados del último Censo Nacional de Población, correspondiente al 2005, la población evangélica sobrepasaba el 25% de los nicaragüenses, sin embargo se estima que esta cifra es mucho mayor y alcanza alrededor del 40% de la población total del país.

El Reverendo Cerrato, quien ostenta ese cargo tras haber sido electo por más de dos terceras partes, de un total de 2,500 delegados de las Asambleas de Dios, para un periodo de cinco años, aseguró que ninguna de las fuerzas políticas participantes en los comicios del 6 de noviembre representa al voto evangélico. Sin embargo, está caminando una iniciativa en esa dirección y probablemente en 2012 surgirá públicamente un movimiento político, partido político o alianza con alguna fuerza política con personería jurídica, para participar de forma beligerante en futuros comicios.

Para la elección de Presidente y Vicepresidente, los evangélicos se guían por las cualidades morales y pesonales establecidas en la Biblia, en cambio, para las diputaciones departamentales y nacionales, sí hay una orientación de apoyar a los candidatos evangélicos que compiten para el poder Legislativo.

Reverendo, en elecciones pasadas, recuerdo que en el sector evangélico se producía un debate alrededor de que si los cristianos debían votar o no. En estos momentos, ¿ese debate ya ha sido superado?, ¿deben acudir a votar los evangélicos o no?

Esa es una situación absolutamente superada porque los evangélicos hemos venido en etapas de progreso, en la medida en que más gente intelectual, profesional, ingresa a la iglesia y que como parte de la sociedad, viene en un proceso de superación. Esos eran estadios de ignorancia que existían, pero  ha sido totalmente superado, máxime ahora que, cuando menos, somos el 40% de la población, ya no podemos ser un sector así, pasivo, esperando que otros hagan lo que nos corresponde a nosotros hacer, sino que tenemos que trabajar para incidir en la buena marcha de este país.

¿Entonces, la posición actual es que deben de ir a votar, deben participar en la elección de las autoridades nacionales o queda a discreción de cada denominación o iglesia?

La orientación es que debemos participar, como lo decimos en el pronunciamiento que estamos publicando, hacemos un llamado al pueblo a no dejar de participar, de ejercer su derecho al voto, de modo que la orientación general es “participe”, que nadie se quede en casa pasivo, sin ejercer su derecho al voto, porque de ese voto depende el futuro del país, en lo que a la administración política se refiere.

¿Cómo debe asumir cada iglesia, cada denominación, este pronunciamiento de la Conferencia Evangélica Pentecostés de las Asambleas de Dios?

Se toma como una recomendación porque, claro, la feligresía no son hijos nuestros, ni son súbditos, no es que les imponemos algo, sino que les hacemos una recomendación en calidad de sus líderes espirituales. Creo que el 90% ó 95% acata esa orientación, tal vez habrá uno que otro que diga “no, pues yo voy a abstenerme de votar”, pero sé que la inmensa mayoría sí lo va a hacer, acata esa orientación que damos.

¿Por qué tiene esa confianza, esa seguridad?

Hay una toma de conciencia de que el evangélico no puede estar ausente de la nación a la que pertenece, no puede ser un sujeto pasivo en medio de una sociedad que se mueve y que él sufre las cosas malas, así como también disfruta de las cosas buenas. Sabemos que estamos gateando en todo esto, porque hemos tenido cien años de apoliticismo, entonces estamos apenas comenzando, y por eso hasta la sociedad lo mira como extraño, pero vamos rompiendo esas barreras y creo que en un futuro muy próximo, los evangélicos estaremos incidiendo mucho más fuerte en todo el quehacer de la vida política o administrativa del país.

¿Hay sectores dentro de los evangélicos que resisten todavía este concepto?

Ah, sí, sí hay. Hay hermanos pastores de las iglesias que se resisten, si  esto apenas comenzó en el 96 con primero, el Partido Justicia Nacional, que fue la primera expresión, después Camino Cristiano Nicaragüense. Entonces apenas estamos gateando en eso, pero creo que en muy poco tiempo estaremos formando algo fuerte, sólido para bien de este país.
 
Movimiento político evangélico en gestación

Reverendo Cerrato, cuando han surgido iniciativas políticas, Camino Cristiano o Acción Cristiana, de Tardencilla, ¿ustedes se han visto representados en esos partidos o no?

No, hasta el momento ninguna de las expresiones políticas que han surgido ha sido una expresión del pueblo evangélico. Han sido líderes que, a título personal, se han unido para formar los partidos que se han formado. Pero, ahora mismo se está gestando todo un movimiento, que se está estructurando y que aparecerá a lo mejor en el caminar del 2012, que se dará a conocer públicamente y que será una expresión estructurada del pueblo evangélico en general.

Esos partidos que usted menciona, aunque no son la expresión del pueblo evangélico, debemos reconocer que ellos comenzaron a formar conciencia y a servir como una pequeña lámpara que se enciende para iluminar la mente de los demás, y aunque ellos han sufrido el rechazo, ahora ya tenemos más conciencia de este buen caminar.

¿Que podríamos esperar de eso que está en formación, será un movimiento político o un partido político?

Podría ser que se convierta en un partido político si las condiciones lo permitieran, pero si no sería un movimiento nacional de evangélicos en la política,  que podría trabajar con alguno de los partidos existentes, o las casillas existentes adonde pudiéramos tener lugar.

Algunos partidos y alianzas políticas en estos comicios han incorporado a personalidades evangélicas en sus listas, ya sea para la vicepresidencia o para las diputaciones, con el propósito de atraer el voto evangélico. ¿Eso le da alguna garantía a esas fuerzas políticas, a esas alianzas, de que atraerán así ese caudal de votos?

Realmente no. Claro, la orientación que hemos dado ahora que cada quien está en la libertad de votar por el partido y candidato de su preferencia, hemos dicho a los evangélicos: “votemos por gente evangélica”, independientemente del partido donde vayan, porque esa gente está tomando experiencia en el campo político, en el manejo político, y que si logramos consolidar un movimiento de evangélicos, entonces será un recurso ya con experiencia, que va a servirnos para todo el quehacer político bajo la dirección evangélica.

Así que por eso estoy seguro que los evangélicos, que en su disposición por votar, algunos lo harán por el sandinismo, pensando en  Guillermo Osorno o en Orlando Tardencillla, mientras que otros votarán por Elizabeth de Rojas con el APRE. A nivel de diputados, otros lo harán por ejemplo por Francisco Jarquín,  diputado por Chontales que es evangélico de la Misión Centroamericana, entonces se está promoviendo el voto evangélico en Chontales a favor de él, y así, a donde vayan, se está promoviendo el voto, entretanto nosotros no tengamos nada realmente estructurado.

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